El pasado jueves el equipo restaurador del castillo de Cadrete, ofreció una charla en Cadrete explicando los trabajos realizados desde el mes de mayo. Tras una breve introducción de la alcaldesa de Cadrete María Ángeles Campillos y del arquitecto director del proyecto Javier Borobio, la arqueóloga Rosa Loscos tomó la palabra y durante casi una hora explicó a través de fotografías los avances realizados en la fase arqueológica de la recuperación del castillo.
La directora de las labores arqueológicas comenzó su exposición con una reseña histórica del castillo, tomada del libro "El castillo de Cadrete: Leyendas, historia y castellología", y a continuación hizo un recorrido a través de fotografías del antes y el después de cada zona del castillo excavada. En el actual camino de acceso y ya en el interior del arrasado recinto inferior Rosa Loscos mencionó la aparición de muros y suelos que seguramente pertenecían al poblado medieval de Cadrete que se asentaría a los pies del recinto superior o principal. En esta zona sólo se realizaron sondeos en el camino abierto para subir materiales y en el interior de la balsa circular donde no aparecieron niveles constructivos aunque sí abundantes materiales cerámicos islámicos y cristianos. Ya en el recinto superior, dividido por la arqueóloga en superior o de la torre e intermedio o del patio, se explicó la excavación del enorme foso que separa la torre del resto de la loma por el sur. Allí aparecieron abundantes derrumbes del recinto de la torre. A este recinto se accedería por una rampa adosada al muro norte y desde allí se llegaría a una serie de estancias distribuidas alrededor de un patio a cielo abierto. En el lado o ala sur apareció la capilla de San Miguel mencionada en el testamento de Rodrigo Zapata de 1366 y en el lado norte una estancia con banco corrido y una escalera de caracol identificada erróneamente con una cisterna cilíndrica. A través de esta escalera se accedería al patio del recinto intermedio. En el lado o ala sur se excavó el sótano de la torre hasta encontrar la roca virgen y tan solo se recuperaron escombros y materiales de las plantas superiores sin hallar rastro alguno de subterráneos o caños que partieran de dicha torre. Delante de la puerta en altura de la torre apareció el arranque de una escalera de obra que continuaría hasta la puerta y que se descubrió estaba superpuesta a dos escaleras anteriores. Enfrente de la torre, en el patio central del recinto y bajo varios metros de derrumbe, se encontró el aljibe principal del castillo con más de 3 metros de profundidad y cerrado con bóveda de cañón de ladrillo. Entre los materiales aparecidos en la excavación, Rosa Loscos mostró fotografías de fragmentos de yeserías de la torre, azulejos de arista hallados en varias estancias del recinto y un curisoso cilindro de cerámica en cuyo interior se encontró un pergamino decorado que está en proceso de restauración. Dicho estuche se encontró oculto en un nivel tardío lo que evidencia que fue un enterramiento posterior al abandono del castillo. Se cerró la exposición de fotografías con un homenaje al encargado Eduardo Rivas, fallecido hace unos meses durante la restauración del castillo.
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